"Las líneas que siguen quieren ser un pequeño homenaje a un pescador de Santa Catalina,abuelo de un servidor, que como tantos otros mallorquines de izquierdas y republicanos,pasó por la prisión más temida de los sublevados fascistas en Mallorca, denominada CanMir, en Palma, concretamente en el sitio donde actualmente está ubicado el cine Augusta.Él tuvo más suerte que otros, puesto que pudo salvar la piel, no sin haber sufrido algunosdramas personales inherentes a tan triste situación..."

 

"Nunca volvió a ser elmismo hombre (su mujer murió, enferma y llena de angustia, al cabo de poco tiempo desalir él de la prisión). Seguramente, ya no pudo olvidar el rostro del horror, representadopor la imagen más descarnada y despiadada del fascismo..."