Descripción

Las reservas marinas de la Isla del Toro y de las Islas Malgrats, en el suroeste de Mallorca, las creó, en 2004, el Gobierno de las Islas Baleares a partir de un estudio de la Sociedad de Historia Natural de Baleares. Desde el mismo momento de su creación, fueron objeto de un seguimiento científico y pesquero periódico, que rápidamente puso de manifiesto crecimientos extraordinarios de la biomasa de las poblaciones de peces residentes, hasta el punto de que hoy por hoy, la biomasa de algunas especies tan emblemáticas como el mero o el corvallo es, respectivamente, hasta la 52 i284 veces superior a la que había e el 2004 en la Isla del Toro. En cuanto al conjunto de las especies de peces vulnerables a la pesca, la biomasa existente en la Isla del Toro en 2020 fue la mayor registrada nunca en cualquier punto del litoral de las Islas Baleares.

DSC_4881.JPG

En 2022 el Gobierno de las Islas Baleares declaró la Reserva Marina de las Islas del Toro y de Les Malgrats, ampliando de forma importante el ámbito marino que rodeaba a las iniciales reservas marinas de la Isla del Toro y de las Illes des Malgrats.

En 2025 se ha establecido la Reserva Marina de las Islas del Poniente de Mallorca, el Toro, Les Malgrats y el Sec, modificando los límites geográficos y las dimensiones de la reserva marina declarada en 2022, para permitir la actividad de las embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Palma. Otros objetivos de estos cambios son: extender la recuperación de las poblaciones de peces comerciales característica de las reservas marinas al suroeste de la bahía de Palma, favorecer el sector pesquero artesanal y las actividades económicas relacionadas con la observación de los peces.

No obstante para la creación de la nueva reserva marina, se ha considerado conveniente mantener el régimen diferenciado de las dos zonas de alta protección de la Isla del Toro y de las Illes des Malgrats y, mediante anexos, fijar las condiciones reguladoras del buceo recreativo colectivo con escafandra autónoma de cada una.

En cuanto a la velocidad de la navegación, siempre sin perjuicio de la preferencia de la seguridad de la vida humana en el mar, se quiere garantizar que los niveles del ruido submarino, no generen impacto en la biodiversidad marina, teniendo en cuenta el efecto acumulativo del factor ruido, en particular, en épocas de alta afluencia, como es el verano. En este sentido, el mayor conocimiento sobre los efectos del ruido de origen humana, el demostrado «efecto llamada» que la protección induce en la frecuentación de un espacio protegido como es una reserva marina y el principio de precaución aconsejan reducir la velocidad máxima de navegación en las zonas de alta protección. Esta limitación permitirá evitar situaciones que puedan dar lugar a incursiones de pesca furtiva de embarcaciones no autorizadas.

En las zonas de alta protección de la Isla del Toro i de las Islas malgrats se ha prohibido el uso de motos de agua.