El paisaje y todo aquello que lo conforma es uno de los principales valores que tenemos en nuestras islas, y la flora es una parte muy importante. En las Baleares, tenemos una riqueza florística muy singular que ha evolucionado y se ha adaptado a los ambientes insulares. El clima templado de los inviernos, la falta de agua durante el verano, el efecto del mar y el aislamiento del continente son fuerzas selectivas que hacen de las Baleares un hábitat muy adecuado para la especialización vegetal. Pero en cuanto a la protección propiamente dicha, en Baleares contamos con 67 especies protegidas por: la Directiva Hábitats, el Catálogo Nacional, el Catálogo Balear y el Convenio de Berna. Aparte de otras normativas que protegen los hábitats.
Especies de gran valor como las bellas orquídeas o la peonia, de otros pequeños e interesantes endemismos baleares así como las "saladines", los arbustos y las plantas de montaña. Todas ellas dignos de admiración y de protección. Tenemos vegetación desde el nivel del mar hasta en la cima del Puig Major, vegetación terrestre y acuática, y desde grandes árboles a arbustos, plantas anuales y diversas otras formas.
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Silene hifacensis |
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Taxus baccata |
El Decreto 75/2005, de la Consejería de Medio Ambiente, estableció los criterios y procedimientos para estos plasnes, cuya tramitación resulta muy compleja, ya que después de la redacción técnica, se tienen que someter a distintos organismos, a informes y a dictámenes, previamente a su publicación en el Boletín Oficial.