Las especies animales introducidas, que pueden resultar invasoras, son un serio peligro para nuestra fauna y flora autóctonas. Si adquieren animales como mascotas no las liberen nunca en la naturaleza.
Algunas de estas especies se adaptan y son orígen de una muy fuerte competencia. A veces, pueden llegar a desplazar nuestras especies poniendo sus poblaciones en serio peligro. Fenómeno que se acentúa todavía más en las islas.
Muchas especies consideradas ahora como autóctonas, serían también introducidas en la antigüedad (sapo verde, marta, jineta, mostel, erizo ...) pero su entrada fue lenta, tardó siglos. Incluso han evolucionado de manera diferente, formando subespecies propias en algunos casos. Aún así, algunas especies introducidas hace mucho tiempo, siguen siendo invasoras, como las ratas, ratones y cabras.
Los mamíferos, reptantes y aves, se introducen como animales de compañía. Algunos se escapan, mientras que otros se liberan con toda la buena voluntad de sus propietarios, pero también con toda la ignorancia de lo que eso puede suponer. Es el caso de la tortuga de Florida (Trachemys elegans). Algunas aves se escapan de núcleos zoológicos y jardines. Eso sucede especialmente con los patos. En el caso de las rapaces, se trata de ejemplares escapados. Sería el caso del águila mora (Geranoaetus melanoleucus).
También se puede dar el caso de introducciones accidentales, como por ejemplo la serpiente de herradura (Coluber hipocreppis) o la lagartija de cola larga (Psammodromus algirus), que han llegado junto con olivos peninsulares, tierra y otros materiales.
Una lista densa de pájaros exóticos, que se actualiza constantemente, pudiendo destacar en este grupo a la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la de Cramer (Psittacula krameri), lo minó (Acridotheres tristis) i el pico de coral (Estrilda astrild).
Los invertebrados se introducen accidentalmente, mediante la introducción de plantas, troncos o tierra infectados. Así entró la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa)i más recientemente el picudo rojo (Rhincophorus ferrugineus) o el barrenador de palmeras (Paysandisia archon). El cangrejo de río americano (Procambarus clarkii) se encuentra desparramado en torrentes, charcas y en la albufera, su orígen se encuentra en un intento de granja de esta especie para consumo humano.
Las especias animales introducidas en Baleares que viven de forma silvestre
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