Fuente fotografia: Manual d'Interpretació dels hàbitats de Menorca. (IME i OBSAN)
5210 - Maquias y matorrales con Juniperus spp. arborescentes, no dunares
Descripción del hábitat ( Fisiognomia y estructura)
Las maquias de esclerófilos siempreverdes mediterráneos con Juniperus spp. son un hábitat de arbustos perennes o árboles pequeños con pocas necesidades vitales que, gracias a sus características morfo-fisiológicas, colonizan ambientes hostiles como por ejemplo las costas rocosas y suelos secos. Las sabinas y los enebros, con su profundo y muy desarrollado sistema de raíces, son especies importantes para la retención del suelo y la consolidación, la prevención de la erosión del suelo causada por la lluvia y el viento.
El hábitat es refugio de varios tipos de animales debido a la protección contra los depredadores y condiciones cálidas abrigadas que ofrece la vegetación siempre verde, así como la producción de recursos alimentarios.
Estas formaciones pueden interpretarse como etapa madura en equilibrio con las condiciones edáficas o climáticas (viento) particularmente limitantes, que no permiten la evolución verso las formaciones forestales climácicas (matorrales primarios edafoxerófilos), o bien como formaciones climacicas en territorios de bioclima termomediterraneos de tendencia semiárida. El hábitat es típico de sustratos calcáreos.
Clasificación fitosociológica y variabilidad
Todas pertenecen a la alianza Oleo-Ceratonion Br.-Bl. ex Guinochet & Drouineau 1944 em. Rivas-Martínez 1975, incluída dentro del orden Pistacio-Rhamnetalia alaterni Rivas-Martinez 1975, clase Quercetea ilicis Br.-Bl. (1936) 1947.
Asociaciones: Cneoro triccoci-Pistacietum lentisci (Pitiuses),Cneoro triccoci-Ceratonietum siliquae subass. juniperetosum turbinatae (Mallorca), Rhamno ludovici-salvatoris-Juniperetum turbinatae (Cabrera), Prasio majus-Oleetum sylvestris subass. juniperetosum turbinatae i Aro picti-Phillyretum rodriguezii (Menorca. La segona fragmentària a Mallorca).
Especies diagnósticas
Juniperus oxycedrus, J. phoenicea subsp. turbinata.
Estado y recomendaciones para la gestión
Los sabinares no dunars de las Pitiüses son propios de territorios con bioclima termomediterráneo seco o semiárido y actualmente constituyen el estadio maduro de la serie pitiusa de la sabina que prospera sobre sustratos carbonatados.
Por otro lado, las comunidades del Cneoro triccoci-Ceratonietum siliquae subass. juniperetosum turbinatae (Mallorca) y Prasio majus-Oleetum sylvestris subass. juniperetosum turbinatae (Menorca) que generalmente crecen en territorios con ombroclimas menos secos se presentan como formas de series edafoxerófilas (litorales o culminales) que están bloqueadas por el sustrato rocoso, al que se pueden añadir condiciones derivadas de una fuerte incidencia del viento (pe. a Artrutx, Menorca). Por las partes más alejadas de la mar, estas asociaciones suelen entrar en contacto catenal con 9320 Bosques de Olea y Ceratonia (pe. ullastrars), con 5330 Matorrales termomediterráneos, de encinar (9340 “bosques de Quercus ilex y/o Quercus rotundifolia” o 8210 “Pendientes rocosas calcícolas con vegetación casmofítica”. Por la parte litoral lo hacen con comunidades del 5330 “Matorrales termomediterráneos”, 5430 Matorrales espinosos de tipos frigánico endémicos del Euphorbio-Viene rbascion, 5320 “Formaciones bajas de Euphorbia pythyusa próximas a peñascos marítimos”, con pastos del 6220 “Pastos xerofíticos mediterráneos de vivaces y anuales. E incluso con las 1240 “Acantilados y costas mediterráneas colonizadas por vegetación, con saladinas (Limonium spp.) endémicas”.
Amenazas potenciales
Los incendios, la urbanización y la presión turística presentan las principales amenazas al hábitat. La pérdida de hábitat también es causado por la tala de áreas o de elementos desarrollados.
Formas de gestión que se recomiendan
Las actividades de gestión de matorrales varían, dependiendo de su naturaleza y ubicación. En general podemos distinguir dos modelos de gestión. El primer modelo es adecuado por matorrales de cornisas salientes, cornisas o vertientes rocosas, casi inaccesibles y no amenazados por las actividades humanas, y matorrales costeros, donde la principal amenaza está vinculada al turismo.
Aquí es necesario evitar acciones que pueden desencadenar la erosión, como la construcción de nuevas carreteras o pistas, el sobrepastura y la escalada.
El otro modelo a aplicar a matorrales forestales está estrictamente vinculada a las actividades relacionadas con humanos, lo cual requiere una gestión activa para su conservación. Este es el caso para los pequeños lugares, en los cuales es importante bloquear la colonización por arbustos que compiten o especies de árboles y favorecer la renovación de plantas pe. de sabina o enebro. El mantenimiento del hábitat resultará en una mayor diversidad paisajística y de hábitat.