1120 - Praderas de Posidonia oceanica

Biología de la especie

Las plantas de posidonia poseen un característico ciclo vital y la diferencia entre estaciones está muy definida y acentuada.

Otoño. Con los primeros temporales habituales a finales de verano cuando el agua comienza a enfriarse, la planta pierde las hojas viejas que durante el verano se han recubierto de especies animales y vegetales que las utilizan como sustrato. Fruto de estos temporales, se producen las características deposición de toneladas de hojas muertas en las playas, que juegan un papel determinante en su protección. Las hojas nuevas comienzan a brotar utilizando como energía el almidón sintetizado en los meses de primavera – verano y almacenado en los rizomas. La pradera aparece espaciosa y poco frondosa al perder las hojas más viejas. Crecen las hojas nuevas, cortas y limpias, sin organismos epibiontes (aquellos que crecen y viven sobre la superficie de la hoja), entonces la pradera adquiere un aspecto saludable. Ésta es la fase juvenil de las hojas, la cual durará hasta el mes de marzo. En este período las hojas experimentarán un crecimiento lento.

Es en otoño cuando se inicia la floración. En Baleares las primeras flores aparecen a principios de octubre en las praderas más superficiales y es posible observarlas hasta marzo, ya que no todas las praderas florecen al mismo tiempo. Aunque no se conocen los mecanismos que regulan la floración, parece evidente que la profundidad y temperatura influyen en este fenómeno.

Flor de posidonia

Invierno.En esta época es cuando el crecimiento de las hojas nuevas aparecidas en otoño es más lento, casi ralentizado, coincidiendo con las temperaturas más bajas del año.Continúa el proceso de floración de las praderas y el lento crecimiento de las hojas nuevas, siempre a expensas del almidón acumulado en los rizomas durante el verano.A finales de invierno se pueden ver los primeros frutos. Normalmente éstos no son viables y morirán necrosados ​​por las bajas temperaturas.

Primavera. En esa época el crecimiento se va activando a medida que va ascendiendo la temperatura del agua. Se trata de la época de madurez, y las hojas alcanzarán una gran longitud y ofrecerán un aspecto espeso y frondoso en la pradera. La pradera aparece verde intensa y todavía tienen pocos epibiontes que recubran las hojas.

Entre abril y mayo se produce la germinación de los frutos, que han ido madurando desde finales de invierno. A partir de la semilla brotan plántulas de posidonia de 8-10 cm que están a la deriva sobre el fondo intentando fijarse en el sustrato.

Verano. Durante los meses cálidos una gran cantidad de organismos (hidrozoos, briozoos, moluscos, etc.) se fijan progresivamente sobre las hojas hasta recubrirlas totalmente. Son los organismos epibiontes. Durante este proceso, las hojas van adquiriendo un color blanquecino por la profusión de los organismos que las recubren. El crecimiento que experimentan las hojas en este estado es mínimo, debido a la corteza que crean los organismos, que impide a la hoja llevar a cabo la fotosíntesis. Las hojas van adquiriendo un color pardo hasta que finalmente se produce su muerte. Con los primeros temporales, la hoja se desprenderá de la planta por la lígula.
Durante el verano la pradera tiene un aspecto poco saludable, debido al aspecto de sus hojas de color blanco y pardo. La caída de hojas ocurre durante todo el año, pero es en verano cuando se produce de forma masiva.

La reproducción sexual

La reproducción sexual la realiza la planta gracias a las flores, donde se disponen los órganos sexuales masculinos (estambres) y los femeninos (pistilos). La fecundación se produce cuando el polen de los estambres alcanza los pistilos, transportado por la misma corriente marina. Para que esto sea posible, los estambres producen un polen viscoso y filamentoso de perfiles dentados, capaz de viajar con la corriente para llegar a los pistilos de una planta a otra. Una vez fecundada, empezará el proceso de formación de la semilla.

Pero si hemos visto que las praderas se forman a partir del crecimiento en horizontal de las plantas (reproducción vegetativa), ¿qué sentido tiene la reproducción sexual?, ¿para qué sirven las semillas si la planta se puede extender sin necesitarlas?

Razonamientos como éstos, unido a que la floración de la posidonia es un hecho infrecuente, pueden inducir a concluir que la reproducción sexual no tiene gran importancia para la supervivencia de la posidonia. Pero nada más lejos de la realidad: con el proceso de formación de semillas se abren unos horizontes para la posidonia implanteables desde la reproducción vegetativa:

  • Permite el transporte de las semillas por las correintes, posibilitando la propagación de la posidonia a través de grandes distancias para colonizar nuevos hábitats.
  • Permite el intercambio genético entre praderas, factor vital para la evolución y supervivencia de la planta. La determinación de los patrones genéticos ha permitido demostrar la variabilidad genética dentro de Posidonia oceanica. Dentro de esta especie, podemos hablar de variedades que surgen ante las diferentes condiciones ambientales en las que se desarrolla cada pradera: aguas mas o menos turbias, mayor o menor sedimentación, diferentes temperaturas, etc. El conjunto de estas variedades dentro de la misma especie y el posible intercambio de información genética entre ellas constituye la verdadera riqueza evolutiva que permite adaptaciones a ambientes ligeramente distintos.

En el medio terrestre, las plantas desarrollan todo tipo de mecanismos ingeniosos para diseminar las semillas: estructuras que les permitan volar con el viento, utilizan animales que las ingieren, etc. ¿Cómo se les ingenia la posidonia para diseminar sus semillas en el medio acuático?

Si diseccionamos un fruto veremos que la semilla está rodeada de una pared carnosa denominada pericarpio, cuya misión es proporcionar al fruto una densidad relativamente baja. Esto permite que el fruto, una vez maduro, al separarse de la planta ayudado por el oleaje, ascienda a la superficie, gracias a la flotabilidad que le confiere el pericarpio. Durante días viajará a merced de las corrientes hasta que el pericarpio se descompone y la semilla que tiene flotabilidad negativa, cae al fondo. Una vez sumergida comienza la germinación. En 2-3 semanas la plántula tendrá unos 8 centímetros de longitud y ya se diferencian claramente las hojas, el tallo y las raíces. Como muchos otros procesos reproductivos, su éxito se basa en la producción de miles de semillas, puesto que muy pocas alcanzan las condiciones óptimas para desarrollarse: luminosidad, temperatura, naturaleza del fondo, etc. La mayoría de las semillas llegarán a las playas o se perderán en alta mar.

Hábitat

El ambiente propicio donde la posidonia alcanza su óptimo desarrollo en aguas transparentes. A mayor transparencia, mayor es el poder de penetración de los rayos solares, que son los que proporcionan a la planta la energía necesaria para sintetizar materia orgánica mediante el proceso de fotosíntesis. La luz es, por tanto, uno de los factores que regulan la presencia de la posidonia. El límite inferior de las praderas de posidonia suele situarse en torno a los 30-40 m, aunque en las aguas más claras puede llegar hasta los 80 m, y excepcionalmente a los 100 m en algunos lugares de aguas muy transparentes de las Islas Baleares . Ciertos autores afirman que estas praderas vivas profundas son reliquias de épocas pasadas, cuando el nivel del mar estaba situado por debajo del actual. En estas condiciones, la densidad es baja.

El límite superior de las praderas de posidonia viene regulado por el hidrodinamismo, es decir, el régimen del oleaje. Las olas arrancan la planta y remueven el fondo, por lo que no pueden sobrevivir. En las praderas situadas en calas protegidas del oleaje, las plantas afloran hasta la misma superficie, como sucede por ejemplo en Sa Nitja, en el norte de Menorca. Sin embargo, el límite superior suele estar, por regla general, en los 3-5 m de profundidad, donde el oleaje ya no es tan fuerte como para arrebatar las plantas del fondo.
En cuanto al sustrato, la posidonia está presente tanto en fondos blandos de granulometría variable (arenas finas, arenas gruesas, arenas fangosas, etc.) como en superficies rocosas. Los requisitos que necesita es que se trate de un verdadero suelo y que éste contenga una cierta cantidad de materia orgánica. La temperatura óptima para su desarrollo es la comprendida entre 15 y 20 grados, y no tolera las variaciones de salinidad.

Asimismo, las praderas de posidonia sólo prosperan en aguas limpias y sanas, es decir, con buena calidad ambiental, por lo que son muy sensibles a las actividades humanas. La polución del medio provoca su regresión de forma inmediata. Por eso, la presencia de praderas de posidonia en un lugar dan fe de la buena calidad de sus aguas. El mejor sello de calidad que una costa puede exhibir, más allá que cualquier tipo de bandera o señuelo, es la presencia de praderas de posidonia bien conservadas.

Amenazas

Contaminación del agua del mar

Buena parte de los residuos fruto de la actividad humana terminan de forma directa o indirecta en el mar, y pueden producir diferentes impactos sobre las praderas de posidonia.

Las botellas vacías, los plásticos, la chatarra… ensucian los fondos. Los sedimentos procedentes del litoral (emisarios, vertidos…) aumentan la turbidez del agua menguando la cantidad de luz aprovechable por la planta. Las aguas residuales y los fertilizantes provocan el aumento de los niveles de nutrientes y de materia orgánica, cuya oxidación reduce la cantidad de oxígeno disuelto en el agua, lo que puede tener graves consecuencias para los algales.

Pesca de arrastre

El ejercicio de la pesca de arrastre con barcas de buey y similares sobre los algales, actividad ilegal en la práctica, produce la apertura de claros en los prados, debido al arranque de gran cantidad de haces e incluso de matas enteras. También aumenta la turbidez del agua al volver a suspender los sedimentos, disminuyendo así la cantidad de luz que llega a la planta.

Dragados

Muchas actividades que se llevan a cabo en el litoral, como los dragados para la construcción de puertos y espigones, la extracción y vertido de arena, fangos,…, aumentan la cantidad de partículas en suspensión que cuando se depositan en el fondo pueden tapar las plantas de posidonia. En otros casos, los dragados pueden dejar al descubierto las raíces de la posidonia, que quedan expuestas al oleaje y pueden así romperse con facilidad.

Fondeos

  • Permanente: Las cadenas de los fondeos permanentes que de manera continuada se arrastran por encima de la posidonia, labran las pradera de posidonia, siegan hojas y haces, y acaban por abrir claros.
  • Puntual: En las calas y bahías protegidas del oleaje, las más frecuentadas por las barcas, la acción mecánica de las anclas al arrancar hojas y rizomas, puede llegar a arrancar matas de posidonia.

Ficha Jolube 1120