El canon de saneamiento de aguas es un impuesto propio de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares la recaudación del cual se destina íntegramente, deducidos los costes de gestión, a la financiación de las actuaciones de política hidráulica que sean competencia del Gobierno de Illes Balears.
El canon se instauró el 1991 a través de la Ley 9/1991, de 27 de noviembre, reguladora del canon de saneamiento de aguas, siendo esta la primera comunidad autónoma que contaba con un impuesto de este tipo. Se puede encontrar la tasa publicada en el BOIB y en la web de la Agencia Tributaria de las Islas Baleares.
Su recaudación corresponde en los ayuntamientos y se aplica a través de la factura del agua. El grueso de la cuantía recaudada se destina a saneamiento y depuración de todas las Islas Baleares uno el resto a otras actuaciones de política hidráulica del GOIB.
Respecto al destino de saneamiento y depuración, el canon financia tanto el mantenimiento y conservación de las estaciones depuradoras y sus instalaciones que están actualmente en funcionamiento, como las nuevas obras que sean necesarias.
Para tener una pequeña idea, en 2019 se recaudó una cantidad aproximada de 86 millones de euros de canon de saneamiento, de los cuales unos 55 millones se destinaron al mantenimiento y obras nuevas de depuración y saneamiento.