En todo el Mediterráneo el centollo, Maja squinado, se encuentra en peligro de extinción. En el caso de Baleares, sólo se tenían datos aislados de capturas de algunos ejemplares a finales de los años 80, mientras que en décadas anteriores las capturas eran abundantes en determinados lugares, como Cabrera. El año 2006, primer año del proyecto de cultivo de centollo, se localizó una pequeña población de centollos autóctonos en Formentera. La captura de algunos ejemplares de esta población permitió que, en el LIMIA, se consiguiera la primera puesta en cautividad de esta especie en el Mediterráneo.
Para estudiar la cría en cautividad de las dos especies de centollos que existen en España (la atlántica y la mediterránea), la "Junta Asesora de Cultivos Marinos" JACUMAR, dependiente del MAGRAMA, aprobó el año 2006, el proyecto presentado conjuntamente entre las CCAA de Cataluña, Andalucía, Murcia y Baleares: "Plan Nacional de Cultivo de Centolla". Una vez finalizado este proyecto, en 2008, se aprobó en la JACUMAR un proyecto de repoblaciones con diversas especies, utilizando la acuicultura como herramienta para conseguir juveniles, denominado "Propuestas y mejoras para el diseño y control de los planes de repoblación y evaluación del impacto de los escapes" con una duración de 3 años y en el cual participaron las CCAA de Andalucía, Galicia, Canarias, Islas Baleares y Cataluña. Dentro de este proyecto, la DGP se esforzó en mejorar los resultados de cría y las condiciones óptimas para garantizar el éxito de las repoblaciones con juveniles criados en el LIMIA.
Evaluar los factores determinantes del éxito de la acción de repoblación, a través de experimentos programados tanto en laboratorio como en las zonas de liberación.
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