Descripción de la Bacteria

Xylella fastidiosa (Wells et al.) es una bacteria Gramo-negativo, aerobio, que crece óptimamente entre los 26 y 28 °C. Esta bacteria se encuentra al xilema de las plantas, donde se multiplica dentro de los vasos hasta bloquearlos, cosa que interrumpe el flujo de savia sucia y provoca síntomas similares a la carencia de agua o nutrientes. Xylella fastidiosa tiene un alto potencial patógeno y afecta un amplio abanico de especies vegetales. Según la subespecie, puede atacar diferentes plantes huéspedes con grados variables de patogenicidad. Se propaga a través de material vegetal infectado y por insectos vectores que se alimentan del xilema de las plantas.

Categorización

Esta bacteria es uno de los principales patógenos de cuarentena en la Unión Europea, incluido al Anexo II parte B del Reglamento de Ejecución (UE) 2019/2072, así como al Reglamento Delegado (UE) 2019/1702, que enumera las plagas prioritarias. También se encuentra a la lista A2 de la EPPO.

En las Islas Baleares, se detectó el primer caso positivo en octubre de 2016. A causa de su extensa presencia, la erradicación es inviable, por lo cual se aplican medidas de contención para evitar la propagación en otros territorios.

Insectos Vectores

Xylella fastidiosa se transmite naturalmente entre plantas gracias a insectos vectores, principalmente cicadélidos, cercopoideos y cigarra, todos pertenecientes a los hemípters que se alimentan del xilema. Estos vectores, como Neophilaenus campestris y Philaenus spumarius (conocidos como "cigarras espumaderas"), pueden volar hasta unos 100 metros, con la propagación a largas distancias facilitada por el comercio de plantas contaminadas.

La transmisión de la bacteria es persistente, requiriendo un tiempo de exposición porque el vector lo adquiera, pero sin necesidad de latencia, cosa que permite una transmisión inmediata. La bacteria se transmite cuando ninfas o adultos se alimentan de plantas infectadas y, después, de plantas sanas. No se transmite a los huevos ni persiste en las ninfas después de la muda. Los insectos adultos, que son polífagos, pasan de la vegetación herbácea al arbolado cuando esta se seca, completando su ciclo de vida con la puesta de huevos a finales de verano.

Síntomas

Los síntomas varían según la especie afectada, pero en general están asociados al estrés hídrico: marcidesa, decaimiento general, y en casos más graves, seca de hojas y ramas, hasta la muerte de la planta.

En el almendro, los síntomas incluyen el quemado de hojas y brotes, marchitez general del árbol, y una reducción en la producción de almendras, con los frutos quedándose al árbol. Estos síntomas se pueden confundir con el estrés hídrico causado por la sequía.

En el olivo, los síntomas observados son marchitez y decaimiento general (relacionados con el estrés hídrico), seca de hojas que empieza por el margen apical y de ramas, acompañada de defoliación, llegando incluso a la muerte del árbol. En las hojas se pueden ver zonas secas y marrones con distribución irregular, con el abrillantamiento hacia lo inverso. En otros casos, la seca solo se encuentra al extremo apical de la hoja. También se ha observado clorosis acentuada del nervio central de las hojas, unida a la seca o necrosis del ápice.

En la viña, los síntomas incluyen clorosis y necrosis de las hojas, con el tejido entre los nervios volviéndose marrón y seco. Las hojas pueden mostrar un arrugamiento hacia arriba o hacia abajo, con deformaciones evidentes que afectan su superficie. Además, se puede observar una reducción en el crecimiento de la planta, con brotes más cortos y menos vigorosos, y una disminución significativa en la producción de uva, con frutos que se desarrollan de manera incompleta o no se forman del todo. En casos graves, las ramas empiezan a marchitarse, afectando las partes superiores de la planta, y las hojas se desprenden prematuramente, dejando la viña sin follaje antes del final de la temporada. Estos síntomas pueden confundirse con el estrés hídrico u otras enfermedades.

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