Es la muerte súbita de un niño menor de un año, cuya causa es inexplicable.
Se produce con mayor frecuencia por la noche y en los 6 primeros meses de vida.
Es la primera causa de muerte infantil entre el primer mes y el año de vida en los países desarrollados, representando el 40-50 % de esta mortalidad; con un incidencia máxima entre los dos y tres meses de edad.