De cada 1.000 nacimientos, 2 o 3 bebés tendrán problemas de audición.
Hay factores de riesgo que aumentan mucho la posibilidad de padecer sordera al nacer (6-8 bebes por cada 100 nacimientos).
FACTORES DE RIESGO
Son todas aquellas causas que pueden favorecer la aparición de una sordera en el recién nacido:
PRUEBAS DE DETECCIÓN
Estas pruebas son sencillas, rápidas e indoloras. Para su realización es preciso que el bebé esté tranquilo o dormido. Hay dos tipos de pruebas:
OTOEMISIONES ACÚSTICAS (OEA) | POTENCIALES EVOCADOS AUDITIVOS (PEATCa) |
Esta prueba consiste en colocar un pequeño adaptador en el oído del bebé, a través del que se emiten unos sonidos y se recoge la respuesta generada por la parte interna del oído (células ciliadas externas)
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Esta prueba consiste en colocar unos auriculares al bebé a través de los que se envían unos estímulos sonoros, mientras unos pequeños electrodos recogen la respuesta, que es la actividad eléctrica producida en las diferentes partes de la vía auditiva (cóclea, nervio auditivo y tronco cerebral)
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Se realizarán los potenciales evocados auditivos automáticos (PEATCa) a los bebés en los siguientes casos:
CONSIDERACIONS | |
Los bebés que hayan estado en la UCIN 5 o más días y/o hayan tenido valores de bilirrubina muy altos y/o hayan tenido una meningitis y/o una infección congénita, tienen mayor riesgo de afectación del nervio auditivo, por lo que sólo se les realizarán potenciales evocados auditivos automáticos (PEATCa). | |
A los bebés que hayan recibido medicación ototóxica se les repetirán las otoemisiones acústicas diez días después de terminar el tratamiento por el riesgo de daño en el oído. | |
A los bebés con factores de riesgo de desarrollar una sordera de aparición tardía (por antecedentes de sordera familiar infantil, infección gestacional o algunas enfermedades poco frecuentes), se les realizará un seguimiento auditivo hasta los 24 meses de vida y hasta los 6 años en los casos de infección por Citomegalovirus. |