Premios Ramón Llull a las artes 2001


Rafael Tur Costa

Santa Eulària (Eivissa), 1927. Pintor. Estudió en la Escola d'Arts i Oficis Artístics d'Eivissa, aunque su formación se puede calificar de básicamente autodidacta.

En 1955 conoció a los integrantes de la Hochschule Für Bildende Kunste de Berlín, un grupo de estudiantes alemanes de bellas artes, entre los cuales se incluía Anneliese Wit, con la que posteriormente se casó. El conocimiento de este grupo de algunos de sus profesores fue para Tur Costa un verdadero descubrimiento por lo que significaba de contacto con los planteamientos artísticos de vanguardia europea, en unos años de escasa relación cultural de España con el resto del mundo.

La inquietud le llevó a interesarse muy pronto por todo aquello que se hacía fuera de la isla, sobre todo en los círculos de Madrid y Barcelona.

En 1959 Eivissa vio nacer el Grupo Ibiza 59, con el que Tur Costa mantuvo un trato constante y que fue un caudal de influencias formales, sobre todo en su obra de comienzos de los años sesenta.

Su primera exposición individual fue en 1962 en la Sala de Cultura de la Caixa de Pensions, de Eivissa, donde volvería a exponer al año siguiente.

En sus primeras obras abstractas de la década de los sesenta aparece predominantemente el color negro, que pronto va a ser desterrado por el blanco y por otros de intensa vibración, que iban ocupando el espacio pictórico de manera característica y para siempre.

Al comienzo de los años setenta, la obra de Tur se personaliza por la elección del blanco como espacio-color, y de los trazos de perfil informista de colores puros y plata. En su obra se manifiesta con fuerza la preocupación por las texturas de la materia. Aparecen collages en los que los papeles se superponen en la tela, rodeando la profundidad de los blancos, pero también una reflexión sobre el espacio plástico mismo. en esta década, precisamente, es cuando su obra refleja un fuerte principio por racionalizar el espacio siguiendo las formas geométricas.

«El blanco es el gran fondo básico sobre el cual baste unos trazados lineales que estructuran las configuraciones formales de sus telas. Ni los grosores ni los relieves son ahora importantes, sólo la poesía y la música del equilibrio que los colores, las formas y los recortes del diario van determinando. Eivissa sigue present, no de una manera fotográfica, sinó de una manera atmosférica (luces, tonos, colores...» (Daniel Giralt-Miracle)

Los años setenta son para el pintor de gran actividad creativa y expositiva. También es un tiempo de amplios reconocimientos de su obra. Expuso en la galería  Carl van der Voort (Eivissa, 1970, 1972, 1974, 1976 i 1978), en las galerías Nova (Barcelona, 1971), Pakhaus (Berlín 1973), Sala Pelaires (Palma,1975), Berdussán (Zaragoza, 1976), Internacional (Madrid, 1976), Ponce (Ciudad de México, 1976) i René Metras (Barcelona, 1977).

En los años ochenta se caracteriza por una conjunción de aspectos informaliztas y geométricos, que otorgan a la obra una mayor riqueza de texturas. El artista retarda las exposiciones y se limita a mostrar su obra en la isla (Museu d'Art Contemporani d'Eivissa, 1983; y galería Carl van der Voort, 1988); en Barcelona (René Metras, 1980) y en Palma (Sala Pelaires, 1980).

En 1990 su obra formó parte de la colectiva «Construcció, gest i color», organizada por la Caixa de Balears «Sa Nostra». este mismo año, vuelve a exponer en Mallorca (galeria Urbe, Alcúdia). En 1992 lo hace en Bisart (Palma) y en la Carl van der Voort y en la Sala de Cultura de «Sa Nostra» de Eivissa. Con motivo de esta exposición, Antoni Marí reflexiona sobre la pintura de Tur Costa: «Hace como si se llevara la conciencia hacia el espacio dónde la conciencia se encuentra, sola, con el fundamento de su propia actividad. Un espacio dónde no hay lugar para ninguna palabra, porque las palabras no pueden dar nombre al puro flujo de la luz del pensamiento, al devenir de la idea. Nada no puede la palabra en este espacio de la pura paradoja, donde nada no es el que parece y ninguna cosa el que aparece. La pintura de Rafael Tur Costa mueve al pensamiento, porque este pintor piensa cuando pinta. No pinta lo que vé, pinta lo que piensa y, sobre todo, lo que va pensando, mientras pinta. No es un pensamiento cerrado, recluido en él mismo, y en él mismo absorto, es un pensamiento que se despliega, libre, en busca de aquella certeza que sabe inalcanzable. Una certeza que es aquí un relámpago, una verdad resplandeciente y huidiza que, cuando se muestra, ya no es, o que se da a ver precisamente en su ausencia y su fuga. Una pintura que es la búsqueda de la certeza y la constatación de su imposible realidad». En 1997,el Casal Solleric de Palma, la Caixa de Balears, «Sa Nostra» y el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa le dedicaron una gran antológica.

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en toda Europa y los EE.UU. Hay obras suyas en el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa, en el fondo de arte del Ajuntament de Palma y del Govern de les Illes Balears, en el Museo Internacional Salvador Allende y en la National Gallery of Modern Art de Nova Delhi.

Su obra hace compatible la autenticidad más pura de la isla con el interés por el arte más cosmopolita.

Maruja Alfaro Brenchat

Barcelona, 1930. Actriz. Empieza su vida artística con la compañía de Marcos Redondo (1947), interpretando zarzuelas como Katiuska, La dolorosa, etc. Después, entra en el grupo de teatro de los Obrers Catòlics y pasa a formar parte sucesivamente de la compañía denominada Illa d'Or y de la Companyia Majòrica. fue cofundadora de la Agrupació Bellver y del grupo de la Asistència Palmesana, del cual fue directora de escena y actriz. fue también cofundadora y copropietaria de la Companyia Zanoguera-Alfaro. Ha colaborado con varios grupos teatrales como la compañía de Xesc Forteza, Anselm Turmeda, Iguana Teatre, Teatre Principal, etc.

Encuadrada dentro el teatro costumbrista, ha representado preferentemente obras de Joan Mas, Maurici Gallardo y Andreu Amer, así como de Xesc Forteza, junto al que trabajó en Téntol, que és una guerra femella y Majòrica 81.

Ha participado en más de 70 montajes teatrales, entre los cuales destacan: Cavallet, quan eres jove…, És na Xima xema? Allò que tal vegada s'esdevingué, Ai Quaquín, que has vengut de prim!, Les alegres casades de Windsor, La importància de ser Frank, etc.

Es especialmente memorable la interpretación que hizo de mujer Obdúlia, en el montaje teatral que sobre la novela de Llorenç Villalonga, Mort d'una Dama, llevó a cabo Pere Noguera.