Un grupo de personas residentes pudieron disfrutar de la playa en un día maravilloso de septiembre y pudieron bañarse en el mar.

Todo ello fue posible gracias a la disposición de los socorristas que trabajan en el área de accesibilidad de la playa de Ciudad Jardín, ya que en todo momento se mostraron dispuestos a ayudarnos y nos prestaron sus sillas anfibias para que las personas con más limitaciones de movilidad pudieran disfrutar igualmente de esta experiencia.