Cogemos el autobús desde la estación marítima que nos deja a pocos metros del hipódromo, donde cada sábado la gente que quiere montar una parada, previa inscripción, se instalan en este recinto para vender ropa y objetos de segunda mano.

Una vez allí paseamos por las diferentes paradas y curioseamos la infinidad de cosas que allí se encuentran, una vez vistas las paradas entramos en el bar y tomamos algo antes de volver al piso.