En el taller de Ocio y Tiempo Libre donde preparamos las dos siguientes salidas una de las personas residentes propuso ir al cine, después se votó y se eligió democráticamente esta salida.

Fueron de forma totalmente autónoma, se compraron su entrada con sus palomitas, porque ir al cine sin palomitas no es cine, y ellas se encargaron de hacer las fotos para la reseña y enviárnoslas al móvil de pisos.

Esa noche cenaron y se acostaron un poco más tarde pero les mereció la pena.