La primera estrategia autonómica de cáncer se centrará en reducir la incidencia de los más prevalentes NNota Informativa

Las Islas Baleares dispondrán por primera vez de una estrategia autonómica contra el cáncer, que reordenará todas las acciones y los recursos disponibles tanto desde el punto de vista asistencial como preventivo para reducir la incidencia de los tumores más prevalentes en el archipiélago. Esta nueva etapa en la lucha contra el cáncer incluye, además, dos aspectos innovadores: la atención de la salud mental de las personas con cáncer y sus familias, y la atención a los supervivientes.

Así lo ha explicado hoy la presidenta del Govern, Francina Armengol, quien ha presentado esta estrategia a las asociaciones de pacientes acompañada de la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez; la directora general de Salud Pública y Participación, Maria Antònia Font, y el coordinador de prevención y cribado, Guillem Artigues.

La presidenta ha manifestado que “a causa de las consecuencias tan duras que la enfermedad tiene para la persona que la sufre y su familia, para el sistema sanitario y para el conjunto de la población, el cáncer ha acontecido un problema de salud pública que requiere de una actuación decidida por parte de toda la sociedad. Este compromiso individual y colectivo debe pasar principalmente por adoptar hábitos saludables en todos los ámbitos de la vida, tomar conciencia de la importancia del diagnóstico precoz y evitar el consumo de tabaco y de alcohol”.

La dimensión del cáncer: primera causa de muerte en los hombres y segunda en las mujeres

Los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) auguran que este 2023 habrá cerca de 280.000 nuevos casos de cáncer en todo el país. En el caso de los hombres, los cánceres que se diagnosticarán con más frecuencia serán los de próstata, colon y recto, pulmón y vejiga. En el caso de las mujeres, serán los de mama, colon y recto, y de pulmón.

El cáncer es la primera causa de mortalidad en los hombres y la segunda causa de defunción en las mujeres después de las enfermedades cardiovasculares, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2021.

En las Baleares, anualmente se diagnostican cerca de 6.000 nuevos cánceres (más en hombres que en mujeres), sobretodo el colorrectal, de mama, de próstata y de pulmón (AECC). En cuanto a la mortalidad, el 2021 murieron 2.348 personas a causa de tumores (IBESTAT).

Se calcula que, de todas las muertes por cáncer, una de cada tres se debe a cinco factores de riesgo evitables: el tabaco, las infecciones, el alcohol, el sedentarismo y las dietas inadecuadas, con falta de fruta y verdura.

Un aspecto esperanzador es que en los últimos años la mortalidad ha bajado y la supervivencia ha subido gracias a la prevención, al diagnóstico precoz, a los adelantos terapéuticos y, en el caso de los hombres, a la reducción del tabaquismo. No así en el caso de las mujeres, colectivo donde el consumo de tabaco ha aumentado.

La atención a la salud mental de la persona con cáncer, una línea esencial

En sintonía con la Estrategia de Cáncer del Sistema Nacional de Salud, la estrategia balear se articula en seis líneas de actuación, entre las que destaca la atención a la salud mental del paciente y de su familia.

La prioridad es proporcionar atención psicológica y social a pacientes y familiares en cualquier momento de la enfermedad y ayudar a disminuir el estrés psicológico y a mantener la calidad de vida de todos ellos, en coordinación con la estrategia de salud mental de las Islas Baleares.

La atención psicológica tiene por objeto mejorar la adaptación del paciente al diagnóstico oncológico, a las pruebas y a los tratamientos médicos, a las revisiones y a los seguimientos, a la recaída y al final de vida; aumentar la adherencia a las prescripciones y a los tratamientos sanitarios, así como aumentar la calidad de vida durante el proceso de enfermedad y supervivencia.

También tiene que facilitar la adaptación de los cuidadores y familiares directos al proceso de enfermedad para mejorar la calidad de vida, favorecer la comunicación y el apoyo emocional y familiar y prevenir y tratar la sobrecarga y el luto prolongado y complicado.

Una segunda línea importante es el seguimiento de las necesidades de los supervivientes y de las personas de su entorno, ya que el proceso no acaba cuando acaba el cáncer y muchos pacientes padecen secuelas de la misma enfermedad o de los tratamientos recibidos. Esto comporta una adaptación a nuevas realidades sociales, laborales, sexuales y de autocuidado que suponen nuevos retos en el ámbito legal y administrativo.

La estrategia va dirigida esencialmente a evitar que la población enferme y, si lo hace, a procurar que el cáncer se pueda detectar de forma precoz. Esta línea incluye cribados de mama, colon y cérvix (este último en proceso de implantación) y también la promoción de la salud con estilos de vida saludables.

Reforzar los sistemas de información y de registro de cáncer, y potenciar la investigación y la innovación son otros dos pilares de la estrategia.

Para asegurar su correcta implementación, se crea un comité técnico interinstitucional de cáncer presidido por el coordinador autonómico de Cáncer y formato por los coordinadores de cada una de las líneas estratégicas y un comité asesor. Así mismo, está prevista la constitución de subcomisiones para cada una de las líneas estratégicas, formadas por profesionales de todos los ámbitos, instituciones y asociaciones.