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01/07/2019
DISCURSO DE LA TOMA DE POSESIÓN DE LA PRESIDENTA DEL GOVERN DE LES ILLES BALEARS
DISCURSO DE LA TOMA DE POSESIÓN DE LA PRESIDENTA DEL GOVERN DE LES ILLES BALEARS

Ciudadanos, ciudadanas,

Autoridades,

Amigos, amigas,

Es para mí un gran honor asumir nuevamente el cargo de presidenta de las Illes Balears y prometer lealtad a lo que más quiero: a nuestra gente, a nuestro pueblo.

Prometo lealtad a los que cada mañana hacéis brillar la luz de estas islas con vuestra pasión, con vuestro talento, con la capacidad para soñarnos mejores y hacernos mejores. Una lealtad que sé que nos une.

A vosotros os quiero agradecer una vez más la responsabilidad depositada en nuestras instituciones y en las fuerzas políticas que haremos posible un nuevo Govern de Progrés.

Con vosotros me quiero comprometer a no defraudaros. Haremos lo que esté a nuestro alcance para esta tierra. Dedicaremos, al servicio de estas islas y de su gente, todo el esfuerzo que merece la confianza renovada en las urnas. Nos dejaremos la piel para hacer de Formentera, Ibiza, Menorca y Mallorca una tierra mejor donde vivir.

Este es nuestro compromiso. El camino está trazado. Sabemos que recorrerlo no será fácil, que habrá cuestas, piedras y curvas... Pero también sabemos que, juntos, superaremos cualquier traba que se nos presente.

Lo sabemos porque lo hemos demostrado antes. Porque estas cuatro islas diversas tenemos claro que unidas somos mejores. Porque hemos sido capaces de tocar el éxito desde la nada. Porque ha sido en los peores momentos cuando nos hemos mostrado como la familia que somos y hemos hecho de la solidaridad la savia que nos alimenta como sociedad.

Quiero, en un día como hoy, transmitir mi plena confianza en nuestro pueblo, la creencia a ojos cerrados en los menorquines, ibicencos, formenterenses y mallorquines, en el coraje que muestra su humildad, en el nervio que esconde la tranquilidad de una gente que, haya nacido o no en estas islas, conforma la sociedad abierta e integradora que somos.

Una sociedad plural y diversa, como la que levantó y dio vida a este impresionante templo civil que nos acoge. Son las piedras de esta Llotja las que nos recuerdan de qué somos capaces. Son estas impresionantes columnas las que sostienen una historia compartida que nos hermana. Es la belleza de la obra de Sagrera la que nos tiene que guiar hacia la excelencia.

Hace cuatro años hicimos realidad el cambio político. Justo aquí fuera, asumía este cargo con una inmensa emoción, la misma de hoy. Pero tengo que confesar que ahora la responsabilidad es mayor. Lo es porque no empezamos de cero, porque la ciudadanía nos ha depositado la confianza a sabiendas de lo que hemos hecho y lo que podemos hacer.

La responsabilidad es mayor también porque será la primera vez que una mujer repita como presidenta del Govern, con todo lo que esto tiene de simbólico en una lucha por la igualdad de hombres y mujeres que queremos seguir abanderando.

Y lo es, finalmente, porque será la primera vez también que un Govern progresista se reedita, con toda la trascendencia que esto tiene para culminar los avances que esta sociedad ha iniciado en estos cuatro años.

Por eso, quiero daros las gracias, una vez más, por otorgarnos esta gran responsabilidad y este honor, los mayores compromisos de los que puede obtener una ciudadana de las Illes Balears. Un honor y un deber que compartimos las fuerzas políticas que hemos firmado los Acuerdos de Gobernabilidad: Més per Mallorca, Unidas Podemos y el Partido Socialista. Y los partidos con los cuales tenemos acuerdos de investidura: Més per Menorca y Gent per Formentera. A todos les quiero agradecer que hayan situado los intereses de los habitantes de esta tierra ante todo el resto.

En estos momentos de emoción no puedo dejar de dar las gracias por el trabajo hecho a todas las mujeres y hombres que han integrado el Govern y que han trabajado intensamente por el interés general. Me permitirán que, de una manera especial, se lo agradezca a los consellers y conselleres y al magnífico equipo que ha trabajado codo con codo conmigo. Soy consciente de que, a veces, no es algo fácil…

También quiero tener unas palabras de agradecimiento y admiración para el presidente Antich. Hace veinte años, en esta Llotja, celebramos ilusionados su primera presidencia y empezamos a hacer realidad el sueño de impulsar estas islas hacia el progreso.

Pero, sobre todo, en estos momentos pienso en los que quiero y me quieren, en mi familia, que, como siempre, está a mi lado y no le podré agradecer nunca suficientemente todo su apoyo. Pienso en los que ya no están. Y pienso que el trabajo vale la pena. Que el sacrificio vale la pena.

Porque la política nos ayuda a cambiar todo aquello que no nos gusta, nos ayuda a transformar la vida de las personas hacia mejor. Y el sacrificio, lo compensa el agradecimiento de una madre por haber aumentado las becas de comedor escolar, la lágrima que cae al abrir una fosa de la Guerra Civil, la mirada tierna que te agradece haber puesto en marcha una renta social, el suspiro que te corresponde por haber acortado la espera de una operación o el abrazo que aprecia el regreso a la gratuidad de los medicamentos para los pensionistas.

El sacrificio lo compensa ver que se crean puestos de trabajo de más calidad, que suben los salarios, que nuestros jóvenes pueden quedarse en nuestra tierra después de haber estudiado. Y que son estos jóvenes los que nos empujan a hacer más en la lucha contra el cambio climático, a hacer de la nuestra una sociedad de futuro, acogedora, justa.

Os animo a que nos empujéis a continuar cambiando estas islas, con más derechos y libertades, y a hacerlo desde el diálogo y el acuerdo. Porque, a pesar de todo lo que hemos avanzado, todavía nos queda muchísimo por hacer. Porque este es el objetivo de un gobierno progresista: mejorar nuestra sociedad. Porque lo creemos y porque esto es lo que nos pide la ciudadanía. Una ciudadanía que ha vuelto a elegir progreso, avanzar sin miedo, pero todos juntos, con seguridad y estabilidad, hacia un horizonte de prosperidad y de oportunidades para todos. Esta será nuestra brújula.

Cómo dijo el poeta Damià Huguet: “La confiança provoca el recel de consentir ones de mar encara més altes i que siguin aquestes les que fitin la ruta dels nous destins. Volada llarga i poques presses”.

No partimos de cero. Durante estos cuatro años, juntos hemos puesto las bases para transformar nuestra comunidad en una tierra de oportunidades para todos, donde nadie puede quedar atrás, donde el bienestar se construye desde el diálogo, donde el crecimiento es más compartido. Una tierra que no sólo mira el futuro, sino que lo afronta con valentía porque es consciente de que sólo así lo podrá vencer.

Nuestra volada es larga, mira hacia lo lejos, pero tenemos un poco más de prisa que el poeta para continuar mejorando esta tierra, para hacerla todavía más solidaria, más humana, más de todos.

La sociedad nos pide una economía capaz de generar prosperidad para todos y ocupación de calidad. Y debemos hacerlo posible con más formación, más innovación y más colaboración entre la parte pública y la privada.

La ciudadanía nos reclama un turismo de calidad y que sea sostenible, una doble aspiración que nos mueve a todos y que lograremos potenciando la excelencia y limitando todo aquello que nos perjudica, con el objetivo de mejorar la oferta y, a la vez, la vida de los residentes.

Nuestra gente nos exige que garanticemos el derecho a la vivienda y a la movilidad y lo haremos con nuevos instrumentos que nos faciliten más hogares a precios asequibles, con más transporte público y con más conexiones aéreas y marítimas en las cuatro islas.

Nuestro futuro nos impone la necesidad de luchar en el presente contra el cambio climático y proteger nuestro entorno. Y esto nos obliga a favorecer la transición energética con más renovables, desterrar de nuestras islas los plásticos, usar de manera responsable un recurso escaso como es el agua y ampliar la red de parques naturales y reservas marinas.

La sociedad más digna y ética que perseguimos nos señala una única dirección: consolidar más derechos y libertades, lograr la igualdad real entre hombres y mujeres, acabar con el terrorismo machista y abolir para siempre jamás la discriminación.

Los ciudadanos y ciudadanas nos piden más servicios públicos de calidad, que se adapten a las necesidades de cada ciclo vital y, por eso, debemos ampliar la educación pública en la etapa de 0 a 3 años, debemos abrir más escuelas con más profesores, debemos hacer más centros de salud con más profesionales sanitarios y debemos habilitar más residencias y nuevos hospitales de crónicos.

También tenemos que saber valorar y potenciar la labor de nuestros trabajadores públicos, a los cuales quiero agradecer su dedicación y su buen hacer: sin ellos ni ellas nada de lo que os explico sería posible. Y me gustaría, de manera especial, mandar toda mi estima a la gente que trabaja aquí y que ha convertido el Consolat en la casa de todos y de todas.

Porque entre todos y todas debemos dar pasos que no podamos deshacer, que nos obliguen a trabajar más para garantizar un futuro de prosperidad. De oportunidades y justicia. De libertades y derechos. De respeto y diversidad. Un futuro de cohesión y diálogo entre ideas.

Porque a lo largo de nuestra historia sólo hemos avanzado cuando lo hemos hecho juntos.

Porque cada impulso que salga de la determinación del consenso nos proyectará hacia un horizonte de posibilidades infinitas, un horizonte en el cual cabemos todos, que nos abraza a todos.

Porque la razón más poderosa arraiga sus argumentos en el debate entre todos.

Un debate y un diálogo para el que estarán siempre abiertas las puertas del Govern que tengo el honor de presidir. Un diálogo que nos llevará a seguir trabajando lealmente con el Gobierno de España.

Agradezco por ello, de todo corazón, la presencia hoy de la ministra Teresa Ribera y de los ministros Luis Planas y José Luis Ábalos. También la del presidente del Senado, Manuel Cruz. Conocéis y amáis esta tierra. Y sé que vuestra dedicación y la de todo el Gobierno es y será parte de nuestro éxito. Debe serlo.

Por eso quiero comprometer aquí mi determinación a trabajar lealmente con el Gobierno de España como hemos hecho siempre. Esta es una tierra generosa. Una sociedad solidaria. El rincón de paraíso en el que os acogemos hoy es también un motor de prosperidad para todo el Estado.

Fuimos el primer impulso para salir de la crisis. Somos el esfuerzo inigualable que contribuye a la modernización de España. Por eso también quiero comprometer algo más ante el Gobierno del Estado: mi prioridad estará donde residen mi responsabilidad y mi pasión, en la búsqueda de lo mejor para los ciudadanos y ciudadanas de Formentera, Ibiza, Menorca y Mallorca.

El Gobierno de España encontrará siempre en nuestro Govern un negociador tan dialogante y leal como implacable en su convicción de defender los intereses de estas islas.

Reclamaré acelerar la aprobación del nuevo régimen fiscal para las Illes Balears con toda la fuerza que me da saber que tenemos detrás a toda la sociedad. Perseguiré también sin desmayo el modelo de financiación justo con nuestra solidaridad de ayer, de hoy y de siempre. Entregaré cada segundo de negociación a obtener los convenios de inversiones que requiere nuestra tierra para garantizar un futuro de transporte sostenible, de turismo de calidad, de aguas y cielos limpios.

Y estoy convencida de que el Gobierno de España estará a la altura. Sé que tenemos en vosotros un aliado. Sé que vuestra pasión por estas islas, expresada directamente por el presidente Pedro Sánchez, nos impulsará hacia un horizonte de cohesión y progreso.

Amigos y amigas, sé que conseguiremos lo que nos proponemos. Miro el futuro y veo todo lo que somos. Lo mejor de lo que somos.

Miro el futuro y veo el genio que elevó esta Llotja.

Miro el futuro y veo el amor por nuestras raíces, nuestra historia, nuestra lengua. El amor que me transmitieron en mi casa.

Somos aquello que nos enseñaron a ser. Y seremos aquello que enseñemos a ser.

Por eso miro el futuro y veo la tenacidad de los trabajadores y trabajadoras de estas islas, que nos proyectan hacia un mañana de éxito para todos.

Miro el futuro y veo la energía contagiosa de los empresarios y empresarias, que muestran nuestra mejor imagen en todo el mundo y nos garantizan un horizonte de beneficios compartidos.

Miro el futuro y veo el compromiso de nuestros campesinos, de nuestros pescadores, de nuestros artesanos, que siempre mantendrán viva la esencia de lo que somos.

Miro el futuro y veo la generosidad silenciosa del tercer sector de estas islas, de quienes cada día entregan su tiempo al voluntariado, a llegar donde nadie más llega, sin más alboroto que el de su propio esfuerzo impagable.

Miro el futuro y veo las islas abiertas que somos. Veo la sociedad comprometida que se une ante cada reto. El pueblo ecologista que sabe que nuestro mañana sólo existe cuidando ahora el medio ambiente. Veo la sociedad feminista que se compromete en la lucha por una igualdad entre hombres y mujeres que no puede esperar más.

Miro el futuro y veo el talento, la pasión y la creatividad que nos ha traído hasta aquí.

La cultura es el alma de un pueblo. Y nosotros tenemos un alma inmensa. El alma que ilumina cada arco de esta Llotja. La que llena de luz cada verso de Ben Clark, cada nota de Parera Fons y cada canto de Simó Orfila. Somos cada letra esculpida por Carme Riera, cada fotograma comprometido de Agustí Villaronga. Somos la tradición y modernidad que se abrazan en las joyas de Majoral. Somos el pulso firme y a la vez vibrante de cada trazo de Miquel Barceló. Somos la inteligencia que canta cada metáfora de Antònia Font. La sabiduría inmortal del padre Massot.

“Arrelar, com un arbre, dins la terra:

No ser núvol endut d’un poc de vent.

Sobre els camps coneguts de cada dia,

Veure un cel favorable i diferent”.

El ibicenco Marià Villangómez supo describir como nadie un futuro de optimismo desde el compromiso con este pequeño país.

Porque somos mucho más que la suma de lo que somos. Porque hemos sido capaces de superar los retos y lo volveremos a hacer.

Por eso la responsabilidad. Por eso la emoción. Por eso mi compromiso de serviros de la única manera que podemos garantizar el éxito de todos: estando cerca de vosotros. Siempre.

¡Muchas gracias!