31 diciembre 2017 | <9ªL> Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca

La producción de vino de calidad de Baleares ha disminuido un 10% NNota Informativa

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La producción de vino de calidad de Baleares ha disminuido un 10%

La climatología ha hecho disminuir la producción de uva de las D.O. y vinos de la tierra
En el año 2017, la producción de vino de calidad ha sido de 53.788 hl, lo que representa un 10% menos que en 2016, y se distribuye por cada tipo de vino de la siguiente manera: 17.495 hl corresponden a vino blanco (32% ), 23.562 hl a negro (44%) y los 12.731hl restantes a rosado (24%).
 
La causa de este descenso es la disminución de la producción de uva de las dos denominaciones de origen y de los seis vinos de la tierra, especialmente el Vi de la Terra de Formentera donde los kilogramos de uva producidos respecto al año anterior han disminuido un 26%. Esta disminución de producción de uva ha sido generalizada en España, y de hecho, las comunidades autónomas cercanas, como Valencia y Cataluña han experimentado un descenso del 30%. Por su parte, la producción de vino DO Binissalem ha sufrido un fuerte descenso (-23% del total) influido por los traspasos que ha habido de uva de la denominación de origen que han pasado a vi de la terra de Mallorca.
 
A pesar de estas circunstancias, la calidad no se ha visto afectada. El estrés hídrico sufrido por la viña ha provocado una disminución del tamaño de la uva. Un uva más pequeña repercute aumentando la relación superfície / volúmen, lo que influye directamente con la aportación de más polifenoles de la piel al mosto dando lugar a un vino con más color y más aromas afrutados, por lo que se estima que el vino de la añada 2017 será de elevada calidad.
 
Los factores claves que han afectado a la cosecha de uva son climatológicos; bajas precipitaciones durante los meses de abril y mayo, en el 2016 la media de precipitaciones en Mallorca fue de 114 mm y el 2017 se registraron tan sólo 20 mm, lo que repercute en la floración y el número de uvas, una helada a finales de abril que provocó daños en los botones florales y, elevadas temperaturas los meses de junio a agosto acompañadas de baja precipitación lo que ha provocado un grano menudo y pérdidas de uva.