\ Es licenciada en Economía por la UIB y funcionaria de la CAIB
\ Su tarea será la de mejorar la formación y capacitación de los empleados públicos
El Consell de Govern ha aprobado, a propuesta de la consejera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, el nombramiento de Maria de Carmen Iglesias Manjón como nueva directora gerente de la Escuela Balear de Administración Pública.
Iglesias es licenciada en Economía por la Universitat de les Illes Balears, en la especialidad de Economía Financiera, y funcionaria de carrera de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares desde 2005. Cuenta con formación en Gestión Presupuestaria y Contabilidad Pública, Gestión Económica de Entidades Locales y Contratación Pública. Por otro lado, tiene una dilatada experiencia en puestos de dirección y gestión al ámbito de la Administración, tanto local como autonómica.
Ha sido directora insular de Hacienda y Presupuestos del Departamento de Hacienda y Función Pública del Consell de Mallorca (2019), secretaria técnica de Economía y Hacienda del Departamento de Economía y Hacienda del Consell de Mallorca (2018-2019), teniente de alcalde de Economía, Ocupación e Innovación del Ayuntamiento de Calvià (2015-2018) y jefe de gabinete de la Conselleria de Trabajo y Formación (2007-2008).
La tarea de la nueva directora gerente será mejorar la formación y la capacitación de los empleados públicos de la comunidad autónoma de las Islas Baleares y gestionar la selección, la provisión y la promoción del personal al servicio de la Administración de nuestra Comunidad Autónoma, con el fin de incrementar la eficiencia y la eficacia del servicio público y, de este modo, la satisfacción de la ciudadanía. Además, entre sus principales objetivos se encuentra la disminución de la temporalidad por debajo del 8% mediante los procesos de selección que se harán del 2022 al 2024.
La EBAP quiere ser la institución de referencia en las Islas Baleares en la formación continua de los empleados públicos, de tal manera que esta formación se conforme como la base necesaria para la consecución de la promoción y la carrera profesional y, por lo tanto, como elemento motivador principal en la profesionalización de la función pública.