Lengua azul

La lengua azul es una enfermedad viral infecciosa no contagiosa que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes, provocada por un arbovirus (familia Reoviridae, género Orbivirus) que se transmite únicamente mediante la picadura de mosquitos del género Culicoides infectados. De este modo, la distribución y dispersión de la enfermedad de

Es una enfermedad incluida en la lista de enfermedades de notificación obligatoria a la Comisión de la Unión Europea y la OIE (Organización Mundial de la Sanidad Animal), y está inscrita en la lista del Código sanitario y el Manual de pruebas de diagnóstico y vacunas para los animales terrestres de esta organización.

Ante la detección en la península ibérica de los diferentes serotipos del virus de lengua azul durante los últimos años (serotipos 1, 4 y 8), se han implementado las medidas de control pertinentes, con los programas de vigilancia serológica, clínica y entomológica, del control de movimiento de animales de especies susceptibles a las enfermedades desde las zonas restringidas, así como un programa de vacunación ante diferentes serotipos.

La comunidad autónoma de las Islas Baleares está declarada como territorio libre de la enfermedad. La Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (en adelante MAPA) se encarga de coordinar los programas de erradicación y de informar a la Comisión Europea de la evolución de estas enfermedades. La comunidad autónoma de las Islas Baleares, a partir de la normativa vigente, lleva a cabo su propio programa de control, diseñado anualmente por el Servicio de Ganadería de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ejecutado por el Departamento de Sanidad Animal de SEMILLA, con el objetivo de llevar a cabo una vigilancia activa, serológica y entomológica que permita la detección de la aparición de la enfermedad mediante un sistema de alerta con el control de los animales centinelas y la captura de los vectores, para instaurar medidas que frenen la diseminación y los perjuicios que ocasionaría la enfermedad.

Las pruebas de campo y la toma de muestras que se prevén en el programa se dividen en dos partes, la vigilancia serológica y la vigilancia entomológica. La vigilancia serológica se basa en la realización de un muestreo en animales de las especies sensibles (preferiblemente bovina) que permitan detectar la evidencia de circulación viral. También se lleva a cabo la investigación y el seguimiento de los casos de sospecha comunicados por los titulares de las ganaderías o los veterinarios responsables.

El personal de SEMILLA es el encargado de llevar a cabo estas pruebas a las explotaciones que no pertenecen a ninguna agrupación de defensa sanitaria (ADS), mientras que en las explotaciones incluidas en una ADS, la llevan a cabo los respectivos veterinarios responsables.

La vigilancia entomológica se lleva a cabo mediante la instalación de trampas para la recogida semanal de mosquitos en explotaciones seleccionadas.