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Las reservas marinas en las Islas Baleares

Descripción

La Punta de sa Creu presenta un valor ecológico y pesquero considerable, pues se trata de un “punto caliente” de biodiversidad marina y tiene una importancia capital para la flota de artes menores de Formentera.

En la reserva marina de 986 hectáreas, se han inventariado hasta 23 hábitats bentónicos diferentes, entre los cuales destacan la pradera de posidonia, las comunidades de algas fotófilas y el coralígeno sobre fondo duro. La reserva incluye parte del lugar de interés comunitario (LIC) la Mola (ES5310024).

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El estudio de la zona ha puesto de manifiesto que la Punta de sa Creu, aunque dispone de una biomasa de peces vulnerables a la pesca relativamente importante, puede albergar poblaciones de peces con valores de diversidad y biomasa muy superiores a los observados, porque estos están lejos de la capacidad de carga potencial y de los valores máximos teóricos que la calidad del hábitat avala.

En la zona se practican actividades que tienen una relación directa con los recursos pesqueros: lo explotan de manera tradicional las embarcaciones profesionales de artes menores de Ibiza y de Formentera con hasta  8 tipos diferentes de aparejos o mètiers, es objeto de una intensa pesca recreativa y también se lleva a cabo buceo recreativo turístico.

El objetivo de la reserva marina es recuperar las poblaciones de peces cercanas a las potenciales, es por eso que se regularán las actividades para que se practiquen de manera compatible con la conservación de la riqueza biológica y de los recursos marinos vivos.

La reserva marina cuenta con el apoyo de la Cofradía de Pescadores de Formentera. El 31 de marzo de 2017, el Pleno del Consejo Insular de Formentera aprobó por unanimidad pedir su creación a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.