22 febrero 2022 Consejería de Educación y Formación Profesional

March agradece el esfuerzo de todos para hacer posible la primera Ley de Educación de las Illes Balears NNota Informativa

Foto de noticia
Descarga de imágenes en alta calidad

March agradece el esfuerzo de todos para hacer posible la primera Ley de Educación de las Illes Balears

\ La LEIB se ha aprobado hoy con el apoyo de todos los grupos del Pacto de Govern, Més per Menorca, El Pi y Gent per Formentera

\ La Ley apuesta por una educación competencial, inclusiva y moderna, en el camino de los sistemas educativos más avanzados

\ Plantea más oferta de FP, caminar hacia la gratuidad de los cero a tres años, impulsar la digitalización y una educación más personalizada

\ También recoge la bajada de ratios, más participación que nunca y autonomía para los centros y para Menorca y las Pitiusas

 

El Parlamento de las Illes Balears ha aprobado hoy la Ley de Educación de las Islas Baleares (LEIB), la primera de la Comunidad en este ámbito, con el apoyo de todos los grupos que integran el Pacto de Govern, Més per Menorca, El Pi y Gent per Formentera. La Ley ha llegado al Parlamento después de un largo recorrido, iniciado el 5 de marzo de 2016, cuando el Gobierno de las Illes Balears asumió como propio el documento «Islas por un Pacto», elaborado por la plataforma Islas por un Pacto Educativo, formada por más de 40 entidades sociales. A partir de este momento se inició todo un proceso de debate público, tanto con reuniones individuales como colectivas, además de pasar por todos los órganos correspondientes, como el Consejo Escolar de las Illes Balears, la Mesa Sectorial de Educación, la Comisión de Educación del Parlamento o el Consejo Económico y Social.

El conseller de Educación y Formación Profesional, Martí March, ha intervenido antes del debate en el Pleno del Parlamento. En su discurso ha afirmado que «hoy es un día importante y que hay que celebrar» y ha añadido que «esta Ley es un instrumento de mejora real y dará coherencia, estructura, estabilidad y continuidad al sistema educativo de las Illes Balears».

March ha dedicado un apartado importante de su intervención a dar las gracias «a todos los que han hecho posible esta Ley, empezando por todos los que trabajaron, tanto desde la primera línea como desde el anonimato, en el documento de Islas por un Pacto», pero también ha recordado el trabajo de entidades y miembros de la sociedad civil y de la comunidad educativa que «tanto en la fase de negociación del anteproyecto como posteriormente han hecho llegar aportaciones, ideas y enmiendas». Además, ha agradecido el trabajo de los grupos parlamentarios «que han demostrado su voluntad de diálogo real y sincero, con acuerdos concretos, pese a las dificultades y las diferencias» y ha finalizado el capítulo de agradecimientos dirigiéndose al equipo de la Consejería, tanto el actual como el de la pasada legislatura.

En su discurso, March ha destacado que durante el periodo de tramitación parlamentaria se han presentado 456 enmiendas, de las que se han aceptado o transaccionado más de 200: «hemos intentado llegar al máximo consenso posible para evitar los cambios de leyes educativas cuando hay nuevos gobiernos, algo que piden la sociedad y la comunidad educativa».

«La base de esta LEIB son los alumnos, sus derechos y deberes, conseguir que sean más competentes en todas las dimensiones educativas», ha señalado, «y el otro gran objetivo es dar estabilidad al sistema educativo porque esta es una condición necesaria para seguir mejorando la educación, tal y como se ha demostrado en los últimos siete años que hemos gobernado en las Illes Balears, y en los que han mejorado todos los indicadores educativos en cantidad, en calidad y en equidad».

En el relato de los puntos más destacados de la LEIB, el consejero se ha detenido en la autonomía de los centros educativos, que con la nueva normativa ven ampliada a aspectos pedagógicos, organizativos, de gestión y de organización, con capacidad para la perfilación de plazas y con una apuesta por una dirección educativa cada vez más profesionalizada.

La descentralización también se hace hacia las islas, de forma que las actuales delegaciones territoriales de educación se convertirán en direcciones territoriales para emprender una gestión más cercana a las necesidades reales de cada territorio insular.

Otro de los aspectos destacados por el conseller ha sido el alto nivel de participación que la Ley facilita en todos los ámbitos: «queremos que la mejora del sistema educativo de las Illes Balears se haga con la participación de una comunidad educativa fuerte, rigurosa y activa. Sin una comunidad educativa plural y vertebrada es difícil avanzar».

La Ley consolida un modelo lingüístico de éxito, implantado hace veinte años y que ha garantizado el conocimiento de las dos lenguas oficiales de las Illes Balears. Este modelo se recoge en la LEIB y se basa en la Ley de Normalización Lingüística y el Decreto de Mínimos, pero también en la experiencia de la comunidad educativa a lo largo de estos años. «En esta comunidad queremos ciudadanos plurilingües, no monolingües», ha añadido. La LEIB otorga a los centros la capacidad de decidir y aprobar su proyecto lingüístico con el apoyo y acompañamiento de la Inspección Educativa. «El problema principal del catalán en las Illes no está en la escuela sino en la calle», ha afirmado March, «en la falta de uso social, y por ello necesitamos políticas lingüísticas del siglo xxi que trabajen con todos los sectores sociales, con nuevas estrategias, con actitudes positivas e integradoras».

El conseller ha destacado de la Ley, además, la enseñanza por competencias, que ya se recoge en los currículos que está elaborando el equipo de la Consejería; el compromiso hacia la universalización y la gratuidad de la educación de cero a tres años; la apuesta estratégica por la formación profesional para mejorar nuestro modelo económico, y la continuidad en la reducción de las ratios.

La Ley, ha recordado el conseller, viene acompañada de una memoria económica y recoge «el compromiso de incremento de financiación hasta, al menos, el 5 % del PIB, en ocho años».

También ha tenido palabras para la enseñanza concertada: «la escuela pública es nuestra prioridad, pero la concertada es un servicio público» y ha destacado que la LEIB se compromete con la equiparación sociolaboral entre el personal de la escuela pública y el de la concertada y la mejora progresiva de los módulos de concierto.

En cuanto a la educación inclusiva, forma parte de la estructura central de la Ley, con más recursos y formación y con una colaboración coordinada entre centros ordinarios y centros de educación especial.

Entre otros aspectos que March ha destacado de la Ley en su intervención se encuentran la carrera profesional docente, el papel fundamental de la Inspección Educativa y la consolidación de los estudios artísticos superiores.

Para finalizar, March ha recordado unas palabras del poeta pollencí Miquel Costa y Llobera del poema «Als joves», en concreto los versos siguientes: «fills d’una raça dreturera i forta que unia el seny amb l’ímpetu»  y ha afirmado que «esta es una Ley que une la cordura con el ímpetu, la razón con la fuerza, el rigor con la pasión, la evidencia con la voluntad».