25 octubre 2021 Consejería de Asuntos Sociales y Deportes

Más de 180 baleares con VIH y sus familias reciben apoyo cada año de ALAS a través de su programa integral, financiado por el IRPF Social de la Conselleria de Asuntos Sociales NNota Informativa

Más de 180 baleares con VIH y sus familias reciben apoyo cada año de ALAS a través de su programa integral, financiado por el IRPF Social de la Conselleria de Asuntos Sociales

\ La entidad ofrece apoyo social y psicológico a personas afectadas por el virus

\ "La visibilidad es un proceso al que me gustaría llegar, lo peor de todo es el miedo al rechazo, a no ser querida"

"Cada año damos apoyo a más de 180 personas de manera directa y, evidentemente, esto tiene una repercusión en su entorno más cercano y, por lo tanto, las personas beneficiarias todavía son más", destaca Joan Viver, coordinador de la entidad ALAS, la Asociación de Lucha Anti-Sida de las Illes Balears, que desde hace más de tres décadas se dedica a la prevención del VIH y a la atención, asesoramiento y apoyo de personas afectadas por el virus, su entorno y la sociedad en general.

ALAS da apoyo social y psicológico a personas afectadas por VIH, tanto a personas portadoras como de su entorno más cercano, a través de una trabajadora social, dos psicólogas en todas las islas, con actividades de socialización para ampliar la red de apoyo a las personas usuarias, y con sesiones formativas como lo programa PARES, a través de las que personas afectadas por el VIH reciben apoyo por parte de pacientes expertos. "Es un trato de tú a tú entre iguales", apunta Viver.

"Lo peor de todo es el miedo al rechazo, a no ser querida. En su momento, ahora no porque sabemos que indetectable es igual a intransmisible, mi miedo también era poner en riesgo a otra persona. También está el miedo de ser delatada, que podamos ser discriminados o que tenga que ver con una mengua de oportunidades. La visibilidad tiene que ir avanzando con una desestigmatización social. Una cosa alimenta la otra: si todavía continúa el estigma la gente no se hace visible". Es el testimonio de una usuaria, que contrajo el virus ya hace 27 años y cuya calidad de vida,  gracias a entrar en contacto con ALAS, en estos últimos años ha dado un giro considerable.

"La visibilidad es un proceso al que me gustaría llegar y no es fácil porque te vas encontrando obstáculos internos y externos: está el autoestigma, impuesto por un mismo, y también el estigma que te vas encontrando, discriminaciones... Una vez discutí con un cirujano que quería que mi ficha pusiera VIH muy grande cuando me tenían que hacer una pequeña intervención y yo dije: no, cuando yo entre al quirófano diré:que tengo VIH y ya está", denuncia socialmente esta usuaria mallorquina.

"La infección fue de muy joven, estaba acabando de estudiar la carrera universitaria de medicina. Fue una transmisión por vía sexual con un muchacho con quien de vez en cuando nos veíamos y teníamos relaciones. Acabé de estudiar, pero fue un golpe muy duro, él murió a los dos años. Tuve mucha suerte porque tuve el apoyo de mi entorno, de mi familia, y de que mi diagnóstico fue muy rápido. Esto mejoró mi diagnóstico y pronóstico, ya que en aquella época la gente se moría".

"Ya hace 40 años de la infección de los años 80 y todavía hay un estigma fuerte, en gran parte por falta de información de la población. El problema del VIH ahora no es médico, es un problema social, y entre la asociación, los medios de comunicación y todos tendríamos que ir mejorando".

El programa integral de ALAS recibe el apoyo económico de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes del Govern gracias al gesto de marcar la casilla del 0’7% del IRPF Social en la declaración de la renta.

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