Vicepresidencia impulsa un proyecto piloto en la playa de Cala Millor que evaluará y propondrá medidas de adaptación ante el cambio climático NNota Informativa

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, se han reunido hoy con representantes de los ayuntamientos de Sant Llorenç y Son Servera, del Consorcio de turismo de Cala Millor.  Durante el encuentro, Yllanes les ha informado de la intención del Govern de poner en marcha un proyecto piloto de adaptación al cambio climático de una playa urbana cómo es Cala Millor, representativa de otras zonas turísticas del ámbito mediterráneo, y que en un futuro pueda ser aplicable a otras playas de características similares.

«Ya llevamos tiempo manteniendo reuniones técnicas entre el Governy el Consorci de Turisme de Son Servera y Sant Llorenç», ha señalado el vicepresidente Yllanes, «porque una vez tenemos un diagnóstico general, como es el estudio de riesgos realizado por Costes pel Canvi, es el momento de dar pasos adelante y de analizar zonas concretas, como es Cala Millor, un destino turístico consolidado, que puede servir de ejemplo para otros destinos turísticos del Mediterráneo».

«La emergencia sanitaria es temporal y pasará. No es el caso de otra emergencia que está presente: los efectos del cambio climático. Actualmente nos encontramos en un escenario de emergencia climática y quiero recordarlo porque a veces se nos olvida. Como sociedad llegamos tarde, tenemos que empezar a actuar ya de manera urgente», ha dicho el vicepresidente.

Cala Millor es una playa monitorizada desde el año 2004 por el SOCIB (Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears), sobre la cual ya se han realizado estudios sobre las dinámicas de la playa y sobre los impactos socioeconómicos del cambio climático.

Ahora, con el plan piloto, lo que se pretende es conocer mejor las dinámicas del litoral urbano, concretamente del litoral de la Bahía de Cala Millor, analizar las relaciones socioeconómicas que hay entre la zona urbana y la playa para entender y cuantificar cuáles pueden ser las consecuencias futuras de la subida del nivel de la mar como consecuencia del cambio climático en esta relación, y estudiar la posible adaptación de los sectores económicos a la nueva realidad que comportará el cambio climático.

Un proyecto que tiene que permitir proponer un modelo de ciudad, de urbanismo y de economía futura frente al cambio global. Por eso, una vez se tenga el análisis específico de la bahía, se tendrá que analizar cómo se tendrá que seguir desarrollando la normativa territorial y sectorial (PIAT, PECMA...) que afecta la zona de Cala Millor y el resto del territorio de la costa balear, y estudiar qué cambios se podrían incorporar para mejorar la resiliencia de la costa.

El objetivo último del plan piloto pasa para diseñar y consensuar un proyecto básico para la adaptación al cambio climático de la Bahía de Cala Millor, desarrollando un proceso de participación pública que permita a la ciudadanía y a los diferentes actores implicados coparticipar del diseño del proyecto. Una propuesta de modelo de ciudad, de urbanismo y de economía futura frente al cambio global, que tiene que ser sostenible a nivel ambiental, social y económico, y que necesitará también de una importante coordinación y colaboración entre las diferentes administraciones y sectores implicados.

«El cambio climático es una realidad, y a pesar de que podamos mitigar algunos efectos nos tendremos que adaptar a muchos otros», ha señalado el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava; «por eso es tan importante empezar a plantear de forma inmediata, con conocimiento científico, cuáles serán los efectos a medio y largo plazo. La adaptación será una oportunidad de desarrollo económico y se tiene que hacer sobre la base del consenso entre administraciones, agentes sociales y sociedad civil».

La coordinación del proyecto va a cargo de la vicepresidencia del Govern, a través de la dirección general de Energía y Cambio Climático, en colaboración con la Dirección General de la Costa y el Mar, y Demarcación de Costas de las Illes Balears. El plan piloto cuenta con el asesoramiento científico del SOCIB y el IMEDEA, el asesoramiento técnico del IH Cantabria —Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria—, y la colaboración del Ayuntamiento de Son Servera, el Ayuntamiento de Sant Llorenç y la Asociación Hotelera Bahía de Cala Millor a través del Consorcio de turismo de Cala Millor.

El plan piloto da continuidad al Plan de Impulso del Medio ambiente: PIMA ADAPTA COSTAS de las Illes Balears, que trabaja en la búsqueda de soluciones de adaptación de las zonas costeras al cambio climático. Un Plan en el que se enmarca el Informe de riesgos de la costa ante el Cambio Climático, presentado recientemente por el Govern balear, que evalúa la vulnerabilidad y exposición de activos naturales y socioeconómicos de las Illes Balears y que apunta efectos, localizados sobre el mapa, que tendrán lugar a medio y largo plazo, como la pérdida de playas y la afectación a edificios e infraestructuras.

El encuentro ha contado con la presencia del alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigròs; la alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya Isern; la presidenta de la Asociación Hotelera de Cala Millor y Sa Coma, Inés Batle; el presidente de la Asociación de empresarios de Cala Millor y Sa Coma, Tomeu Pascual; el Consejero-Gerente del Consorcio de Turismo de Son Servera y Sant Llorenç y Gerente de la Asociación Hotelera de Cala Millor y Sa Coma; Jose Marcial Rodríguez Diaz; la presidenta del Consorcio de Turismo y Regidora de Turismo de Son Servera, Margalida Vives y el delegado de la zona costera y turismo de Sant Llorenç des Cardassar, Nicolau Bordal.