21 abril 2021 Consejería de Medio Ambiente y Territorio

Medio ambiente incrementa en un 50% los efectivos para controlar las serpientes en Formentera NNota Informativa

Foto de noticia
Descarga de imágenes en alta calidad

Medio ambiente incrementa en un 50% los efectivos para controlar las serpientes en Formentera

La campaña contará con 2 técnicos entre dos y tres días por semana, 300 jaulas y un presupuesto de 42.000 €

El conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir, y el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, han presentado, este miércoles, la campaña de este año de captura de ofidios en Formentera que tiene por objetivo reducir la expansión de esta especie invasora en la isla, puesto que supone el principal factor de amenaza para las poblaciones locales de sargantana.

La campaña ya está en funcionamiento y prevé colocar 300 jaulas repartidas en 500 hectáreas de la zona de La Mola, que es donde se ha registrado la mayor presencia de serpientes los últimos años. Entre 2016 y 2020, el operativo del Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (COFIB) ha capturado 2.848 ejemplares.

Este año la partida destinada es de 42.000 €. Las tareas las llevará a cabo un técnico del COFIB quién contará con el apoyo de un segundo técnico de esta misma entidad que se desplazará a la isla dos o tres días a la semana.

A día de hoy hay 100 jaulas en funcionamiento y está previsto incrementar el número durante las próximas semanas, de manera progresiva, hasta mediados de mayo, cuando todas las jaulas estarán colocadas y operativas, coincidiendo con el fin del periodo de hibernación de las serpientes.

El objetivo de esta campaña es la reducción de la capacidad de expansión de la población de serpientes invasoras en la isla de Formentera, desde que en el 2016 se detectó la llegada de la especie Zamenis sacalaris, más conocida como serpiente blanca. Esta especie se alimenta de sargantanes y pone en peligro su supervivencia.

El conseller ha destacado que, «a pesar de que la población de la Mola es la más controlada y estudiada, los objetivos tienen que seguir siendo ambiciosos». «Cuando en sólo cinco años se han capturado casi 3.000 ejemplares, y aun así, todavía sigue habiendo, hace pensar que vamos por buen camino y que nos marquemos objetivos más ambiciosos para erradicar la principal amenaza de esta especie protegida».

El proyecto cuenta con el apoyo de las ayudas PDR que gestiona el Fondo de Garantía Agraria y Pesquería de las Islas Baleares (FOGAIBA).

Así durante el 2020 se capturaron en Formentera 521 serpientes, con 220 jaulas. A pesar de que la tendencia desde el 2017 hasta el 2019 fue a la baja, el 2020 se registró un incremento de capturas, que se puede deber a un buen año de reclutamiento de ofidios, a la meteorología favorable o una mayor supervivencia de los ratones que funcionan como cebos. En todo caso los resultados de este año servirán para poner en contexto las capturas del año pasado.

La sargantana de las Pitiüses (Podarcis pityusensis) es uno de los dos reptiles endémicos de las Islas Baleares, y por lo tanto, su conservación es de máxima relevancia.

Campaña contra el Carpobrotus

Al acto también se ha presentado la campaña de control de la especie vegetal Carpobrotus, conocida como patata frita, presente en buena parte de la costa de Formentera.

La campaña durará cuatro años y se le destinarán 141.500€. Además de eliminar la planta con personal especializado, se realizará una cartografía precisa con fichas de campo para anotar ubicación, cantidad de planta, tipo de sustrato y fotografías.

El plan prevé también realizar campañas de divulgación entre los residentes. Hay que recordar que a pesar de que no está prohibida la posesión de la planta, siempre que los ejemplares no se propaguen fuera de estos espacios, son los propietarios quien tienen que poner los medios necesarios para evitar que la planta no se esparza hacia el medio natural.

El Servicio de Protección de Especies facilitará gratuitamente planta autóctona a los propietarios de jardines con Carpobrotus para alentarlos a sustituir la planta invasora por una de autóctona.

Se realizarán, además, campañas de vigilancia y seguimiento a zonas donde la planta ha sido eliminada para prevenir cualquier rebrote.

La llamada patata frita  (Carpobrotus sp.) es originaria de Suráfrica pero, fruto del comercio, llegaron a las Islas Baleares donde, rápidamente, lograron un papel preponderante como planta ornamental.