16 agosto 2016 | <9ªL> Conselleria de Salut

Seguridad Alimentaria ordena la suspensión cautelar de actividad de dos almacenes de alimentos situados en Inca por haber manipulado las etiquetas y haber cambiado la fecha de caducidad de alimentos que después vendían NNota Informativa

Seguridad Alimentaria ordena la suspensión cautelar de actividad de dos almacenes de alimentos situados en Inca por haber manipulado las etiquetas y haber cambiado la fecha de caducidad de alimentos que después vendían

Los inspectores sospechan que los alimentos eran vendidos a establecimientos de hostelería y de oferta complementaria con promociones de precios bajos

Inspectores del Servicio de Seguridad Alimentaria de la Conselleria de Salud y agentes de la Policía Judicial de Inca ordenaron la semana pasada la suspensión cautelar de actividad de dos almacenes de alimentos situados en Inca en los que encontraron alimentos caducados y herramientas para borrar las fechas de consumo de los envases y para fabricar etiquetas falsas con las que sustituir a las originales.
 
Responsables del Servicio de Seguridad Alimentaria, dependiente de la Dirección General de Salud Pública y Participación, explicaron que durante la inspección de los almacenes, propiedad de un solo titular, se constató que había una gran cantidad de alimentos con fecha de consumo superada y que en muchos se había manipulado la fecha de consumo introduciendo una fecha de consumo posterior, con una diferencia incluso de un par de años.
 
En los almacenes también encontraron las herramientas necesarias para borrar las fechas de consumo originales y para imprimir etiquetas falsas. De hecho, se constató la presencia de etiquetas preparadas para pegar.
 
La inspección, que duró trece horas, permitió comprobar que los establecimientos no seguían el programa preceptivo de seguridad alimentaria, que tiene como objetivo demostrar una gestión adecuada de los proveedores, de las devoluciones y de la destrucción de alimentos deteriorados o rechazados, tal como prevé la legislación. Uno de los almacenes tampoco estaba inscrito en el Registro de la Conselleria de Salud.
 
La investigación continúa abierta para determinar si, como se sospecha, estos alimentos eran vendidos a establecimientos de hostelería y de oferta complementaria con promociones de bajo precio, y para aclarar si los establecimientos que compraban los alimentos con la fecha de caducidad manipulada conocían este hecho.
 
Manipulación de etiquetas
 
El Servicio de Seguridad Alimentaria recuerda que la manipulación de la información destinada al consumidor puede provocar riesgos para la salud, porque confunde al consumidor en relación con la vida útil del producto y porque se pierde su trazabilidad y, en consecuencia, no es posible retirarlo del mercado en el supuesto de que se detecte un peligro para la salud pública.
 
Los alimentos envasados que no indiquen claramente la fecha de consumo preferente o de caducidad no ofrecen garantías sanitarias. Tampoco ofrecen los productos cuya etiqueta ha sido manipulada. Son signos de manipulación de le etiqueta, por ejemplo, que la fecha de consumo preferente o la fecha de caducidad no aparezcan impresas, que hayan sido borradas, que no se puedan leer de manera clara o que estén tapadas con otra etiqueta.
 
Hay que recordar que, en el caso de los productos de origen animal (derivados de la leche, de la carne y del pescado), la etiqueta también tiene que mostrar la marca de identificación o sello oval.
 
El Servicio de Seguridad Alimentaria anima a empresarios y a consumidores a revisar si los productos adquiridos presentan indicios de haber sido manipulados y, en caso afirmativo, recomienda que los retiren y los devuelvan al proveedor, y que den aviso a la Conselleria de Salud.