18 julio 2018 | <9ªL> Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca

El FOGAIBA e ISBA abren una línea de ayudas de 1,5 millones de euros de capital circulante para el sector agrario y pesquero NNota Informativa

El FOGAIBA e ISBA abren una línea de ayudas de 1,5 millones de euros de capital circulante para el sector agrario y pesquero

Firmado un convenio de colaboración a tres bandas para dotar de liquidez al sector
Los agricultores y pescadores de las Islas Baleares podrán optar, a partir de la semana que viene, a una nueva línea de ayudas de capital circulante a través del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera de las Islas Baleares (FOGAIBA), que comportará una inyección de liquidez en el sector primario de 1,5 millones de euros hasta el 2023.
 
Así lo han anunciado hoy a la consellera d'Hisenda i Administracions Públiques, Catalina Cladera; el conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal, y el presidente de la Sociedad de Garantía Recíproca de las Islas Baleares (ISBA, SGR), Eduardo Soriano, que han firmado un convenio a tres bandas a fin de que los interesados puedan acceder a estos créditos bonificados.
 
La novedad de esta convocatoria de FOGAIBA es que el sector pesquero podrá acceder, tal como ha destacado el conseller Vidal, optando al 50% del importe, mientras que la otra mitad se destinará a la agricultura, y se podrá traspasar el presupuesto restante de un grupo a otro. Se intenta incentivar, así, el cambio de las puertas de la pesca de arrastre por unas pelágicas “consiguiendo no sólo reducir el impacto físico del arte de arrastre sobre el fondo marino, y con eso el efecto negativo sobre los ecosistemas explotados, sino también disminuir el consumo de combustible de la embarcación en un 14%, lo cual permitirá reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y aumentar la relación coste-eficiencia de la actividad”.
 
Las ventajas para los agricultores y pescadores serán, tal como ha subrayado la consellera Cladera, “el acceso a fuentes de financiación mejores con la consiguiente mejora de la calidad de servicios, la liberalización de riesgos con el fin de aumentar la capacidad de financiación y el mantenimiento de la actividad”.
 
ISBA es quien aporta el aval mientras que el FOGAIBA se encarga de subvencionar los gastos iniciales de apertura de la póliza de préstamo y los gastos de estudio para conceder el aval, el coste del aval de la Sociedad de Garantía Recíproca de las Islas Baleares ISBA SGR y los intereses del préstamo.
 
Cladera ha explicado que la Direcció General del Tresor, Política Financera i Patrimoni “ha promovido la realización de este convenio y ha coordinado la aportación de los correspondientes fondos”, ya que es “fundamental disponer de un instrumento más que permita paliar las deficiencias de financiación que tienen los agricultores y pescadores, que les impide, en algunos casos, nacer y, a menudo, sobrevivir a las coyunturas económicas adversas y las inclemencias meteorológicas”.
 
Una solución que ha demostrado la eficacia para superar este problema consiste en la potenciación de las sociedades de garantía recíproca como instrumento de apoyo de las pymes, en especial de los empresarios agrícolas y pesqueros para acceder a las vías de financiación que tradicionalmente se reservan para otros sectores.
 
En este sentido, la consellera d'Hisenda i Administracions Públiques ha recordado que el papel de ISBA es importante para garantizar la mediación de las empresas y las entidades financieras para obtener financiación con el fin de poder invertir y crear valor añadido y puestos de trabajo de calidad.
 
Tanto Cladera como Vidal han hecho incidencia en la gran acogida que tuvo la línea de financiación de liquidez para la sequía agraria del ISBA, que se impulsó en el 2016 y que comportó la inyección de más de 8 millones de euros de capital circulante.
 
El Boletín Oficial de las Islas Baleares publicará el próximo sábado la convocatoria por parte del FOGAIBA y el plazo de solicitudes se abrirá el lunes que viene, día 23, y finalizará el 31 de agosto.
 
El plazo del préstamo será de cinco años, el primero de los cuales será de carencia en la amortización del principal.